El despertador*

No puedo decir que era primera vez que lo oía, pero lo de hoy sobrepasó todo limite. Todo, pero todo lo que yo tenía planificado para hoy, me lo arruinó mi maldito despertador que ya lo tenía todo pensado por mi. Digo maldito porque jamás lo había escuchado gritar con tantas ganas después de que lo apagué. Nisiquiera lo golpeé para que no se sintiera mal, pero el lo único que quería era arruinarme mi gran día y recordarme que aunque fueran las 5 de la mañana , llegaría atrasada a mi primer dia de clases que comienza exactamente a las 8 a.m.